Hay en Valldemossa una tienda, que adoro. Su nombre es S’Hort de Cartoixa. Cuando estoy en este tranquilo pero tan renombrado pueblo siempre me detengo en esta tienda. ¡Y sí, siempre compro demasiado! Parte de la culpa la tiene esta amable mujer, la dueña de esta pequeña joya de tienda, que verdaderamente siempre resplandece. No importa el día que me pase… ella está siempre abierta, complaciente y con una sonrisa – para todo el mundo. Y los que conocen Mallorca lo saben: ¡Esto no sucede en todas partes! Además generalmente los irritados habitantes locales, califican a todos los extranjeros por igual, y de vez en cuando algunos nativos tienen una mentalidad descortés.

¡Joana Maria Font Riera es Diferente!
Su tienda decorada con mucho cariño vibra de forma similar a su rubia y rizada cabellera mallorquina. Cada rincón de esta tienda – así lo siento yo – está hecho con amor.
Cuando los numerosos clientes locales han salido, por una parte vienen por las verduras frescas y los productos locales pero también para intercambiar cotilleos y charlar, por fin ella me saluda afectuosamente.
Con la cámara colgada de mi cuello parezco una verdadera turista. Por eso explico a Joana inmediatamente, que vengo de Palma que escribo un Blog sobre personas que viven sus sueños
Su reacción me hace reír:
Ella da una vuelta en círculo con las manos alzadas y con una contagiosa sonrisa en su cara.
Por esto exactamente he venido yo aquí.
Está mujer irradia tanta positividad que me gustaría nutrirme de ella. Con tal motivo pregunto:
¿Qué hacías anteriormente?
“Antes trabajaba en un Hospital. Durante once años. ¡Era funcionaria!” Contesta con una expresión casi de repugnancia. Pero inmediatamente aparece una sonrisa en su cara y dice: “Los pacientes me querían mucho pero de verdad: Yo nací para ayudar a personas y la finalidad de un hospital es solamente ganar dinero.”

¿Y cómo has realizado tu sueño de tener una tienda?
“Yo crecí con esto. Mis padres tenían una pequeña simpática tienda de comestibles en San Joan. La gente hacía estaba muy agradecida.”
Cuenta esta mujer de 38 años. Sus padres al separarse dejaron la tienda. No obstante le quedó siempre el sueño de tener una tienda propia, pero con un carácter hogareño.
¿Y por qué precisamente en Valldemossa?
Pregunto yo, porque a lo largo de nuestra conversación me he enterado de que Joana Maria y su familia todavía viven en San Joan. Ella contesta.
“Fue de una forma muy natural. Alguien me contó que en Valldemossa no había una buena tienda de verduras y una cosa vino detrás de la otra. Y aquí estoy. Odio los supermercados y las grandes cadenas. Me gustan las tiendas como eran hace 50 años.”
Mientras hablamos vienen de vez en cuando clientes, a todos los saluda por su nombre. Sus clientes habituales tienen prioridad. De ellos vive en invierno, cuando los turistas ya no vienen a este pintoresco pueblo de la Tramuntana. Yo espero con mucho gusto porque deseo escuchar su historia.
Joana se gira y me dice sin pausa:
“Me gusta mi trabajo. Cada es distinto y me llena el alama. Fenomenal. Fantástico. Soy madre y cada día voy de Sant Joan a Palma para llevar a mi hijo a la escuela y vengo hasta aquí después, lo hago porque me gusta. No me molesta en absoluto”
Miro y pregunto: ¿de verdad son todos los productos de Mallorca?
“No” Me contesta en seguida: “Los plátanos vienen de las Islas Canarias. Solamente vendo los mejores. Casi no reciben tratamientos y tienen de verdad muy buena calidad. Todo lo demás es de Mallorca.”
Las verduras no son tratadas. Para Joana Maria es importante que todos los productos sean locales y lo más naturales posible. La alimentación saludable es la primera prioridad, dice ella esta vez con una expresión relativamente seria.
“Cuando mi hijo celebra su cumpleaños no hay patatillas ni comida basura. ¡Solamente hay comida de verdad! ¡Yo, por ejemplo, no como carne!”
La miro con sorpresa e indico la gran selección de sobrasadas y los otros embutidos mallorquines.
“Esto es otra cosa. Aquí yo sé de donde vienen. Un amigo mío produce estas sobrasadas en su finca. Pero bistec o chuleta de cerdo y compañía yo no me los como.”
Me entero que los cerdos de su amigo viven en libertad. No les cortan las colas, comen pienso de verdad y la matanza la hacen en su finca. Mientras tanto no me sorprende, que casi cada cliente que entra compra también sobrasada.

“¡Este es el futuro! ¡Créeme! ¡Comer sano!
Repite Joana una y otra vez.
“No importa ser completamente vegetariano, pero es importante que esté elaborado bien. Hacia allí va la tendencia. Yo vendo estas sobrasadas como loca. Es mi producto más vendido. La clienta más mayor tiene 95 años y viene a menudo por su ración.”
Orgullosa me enseña fotografías de ella con esta señora. De repente sale una imagen de joana Maria montando una bicicleta antiquísima. Se ríe – “Esto es privado. Pero sí. Así soy yo. Esta es la bicicleta de mi abuelo. De verdad la uso. Voy con ella a todos los sitios.” De su abuelo ha heredado esta mujer la alegría de vivir, el amor a los alimentos de alta calidad, y el respeto por la naturaleza
“Mi abuelo era una agricultor. El mismo cultivaba todo. Y eso que cultivaba hemos tenido siempre en la mesa”
¿Eres feliz?
Quería preguntarle, pero entra la señora de la fotografía. Cariñosamente se saludan las dos mujeres. No hace falta plantear la pregunta, veo que lo es. Las dos mallorquinas conversan entre si y con casa frase la señora florece más. Charlar con Joana sienta mejor que un calmante. Mientras tanto sigo mirando con asombro los diferentes aceites, confituras y los distintos tipos de aceitunas.
De repente noto un fuerte olor a ajo. Joana me ha puesto un tarro con alioli debajo de mi nariz. Hecho por ella misma. Riendo pregunta “¿Quieres probar?” Yo declino rehusando agradecidamente. “Todavía tengo que entrevistar a personas esta semana” contesto yo. Ella se ríe y retira el tarro. Mientras tanto esta vigorosa mujer rubia se ha puesto guantes para cambiar las flores de delante de su tienda.
“La gente entra y me dice que bonita está”
Dice ella. Lo creo sin reparos. Yo también lo he dicho más de una vez. Para finalizar tengo solamente una última pregunta:
Joana – ¿qué es absolutamente imprescindible ver para un enamorado de Mallorca?
“¡Valldemossa claro! ¡Mejor la calle Jovellanos!” ríe ella. “En todo caso has de venir en Julio para la noche del arte, siempre decoro todo, quedarás alucinada” Joana ríe y explica cómo queda la decoración de la tienda y de la calle. Con absoluta seguridad voy a venir a ver a Joana Maria. Como todos sus clientes habituales. ¡También para charlar!
¡Joana Maria tiene preparada para todos los lectores de mallorca-talks.com una pequeña sorpresa! ¡Pasaros y decidle que sois lectores de Mallorca-Talks, os alegrará la sorpresa!
Fotos
- S’Hort de Cartoixa – Todo hecho con almor
- (Casi) Cada uno de los productos son de Mallorca
- Siempre de buen humor en su pequeña tienda
Otras fotos
- Todo hecho con amor
- Así le gustan las tiendas de hoy a Joana Maria
- Fresco de Mallorca
- Los colores dan los efectos deseados en Valldemossa
- Joana Maria Font Riera en su tienda en Valldemossa
- También elaboran parte de los quesos
- Todos y cada uno de los productos vienen de Mallorca
- Las macetas de flores dan bienestar a todos
- Incluso acompaña a los clientes a casa
Y aquí encontrarás a Joana Maria Font Riera y su mágica tienda de productos de Mallorca.
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